El término smart power o poder inteligente, en el marco de las relaciones internacionales, hace referencia a las combinaciones de estrategias de poder duro y de poder blando.
Este concepto es defendido por el Center for Strategic and International Studies como « una aproximación que destaca la necesidad de una armada fuerte y organizada, así como también el establecimiento de todo tipo de alianzas y de asociaciones, tanto entre países como entre instituciones, y a todos los niveles, con el fin principal de extender la influencia estadounidense, y de apoyar la legitimidad y el prestigio del poder americano [1]» .
El concepto de smart power fue oficialmente defendido por la Secretaria de Estado Hillary Clinton, quien afirmó que Estados Unidos no puede ni debe renunciar a su poderío diplomático y militar, pero que desearía romper y alejarse del discurso mesiánico y muchas veces coercitivo que caracterizó a la administración Bush.